http://pepeolivercabrera.blogspot.mx/2009/05/excelentes-recursos-en-la-red-para.html
http://www.youtube.com/watch?v=BmYcpty2ZWg
http://www.youtube.com/watch?v=VKGZJKEMJ4A&feature=related
domingo, 21 de octubre de 2012
martes, 9 de octubre de 2012
Dos Retos a partir de esa publicación.
1. Comentar a que se refiere cada publicacion especificamente con detalles.
2. Continuar las publicaciones hasta el fin de la guerra.
1. Comentar a que se refiere cada publicacion especificamente con detalles.
2. Continuar las publicaciones hasta el fin de la guerra.
viernes, 5 de octubre de 2012
Quiereme Mucho...
Link para revisar un articul sobre Hugo Boos..aunque en la red hay bastante al respecto: http://2gmblog.blogspot.com
Hugo Boss vistió su ejército.
Bertelsmann publicó las obras que instruyeron a sus oficiales.
Sus aviones volaban gracias al combustible de la Standard Oil [hoy Exxon y Chevron] sus soldados viajaban en camiones y jeeps marca Ford.
Henry Ford, autor de esos vehículos y del libro El judío internacional, fue su musa inspiradora. Hitler se lo agradeció condecorándolo.
El Deutsche Bank financió la construcción del campo de concentración de Auschwitz.
Los prisioneros trabajaban también para otras empresas, como Krupp, Thyssen, Siemens, Varta, Bosch, Daimler Benz, Volkswagen y BMW, que eran la base económica de los delirios nazis.
Cuando la guerra terminó, la
empresa ITT recibió una millonaria indemnización porque
los bombardeos aliados habían dañado sus fábricas en Alemania."
"Quiéreme mucho". Eduardo
Galeano
Texto de su libro Espejos: una
historia casi universal.
«Los amigos de Adolf
Hitler
tienen mala memoria, pero la aventura nazi no hubiera sido posible sin la ayuda
que de ellos recibió.
Hugo Boss vistió su ejército.
Bertelsmann publicó las obras que instruyeron a sus oficiales.
Sus aviones volaban gracias al combustible de la Standard Oil [hoy Exxon y Chevron] sus soldados viajaban en camiones y jeeps marca Ford.
Henry Ford, autor de esos vehículos y del libro El judío internacional, fue su musa inspiradora. Hitler se lo agradeció condecorándolo.
También condecoró al presidente de la IBM, la empresa que hizo posible la
identificación de los judíos.
La Rockefeller Foundation financió investigaciones
raciales y racistas de la medicina nazi.
Joe Kennedy, padre del presidente, era
embajador de los Estados Unidos en Londres, pero más parecía embajador de
Alemania. Y Prescott Bush, padre y abuelo de presidentes,
fue colaborador de Fritz Thyssen, quien puso su fortuna al
servicio de Hitler.
El Deutsche Bank financió la construcción del campo de concentración de Auschwitz.
El consorcio IGFarben, el gigante de la industria química alemana,
que después pasó a llamarse Bayer, Basf o Hoechst, usaba como conejillos de Indias
a los prisioneros de los campos, y además los usaba de mano de obra. Estos
obreros esclavos producían de todo, incluyendo el gas que iba a matarlos.
Los prisioneros trabajaban también para otras empresas, como Krupp, Thyssen, Siemens, Varta, Bosch, Daimler Benz, Volkswagen y BMW, que eran la base económica de los delirios nazis.
Los bancos suizos ganaron dinerales comprando a
Hitler el oro de sus víctimas: sus alhajas y sus dientes. El oro entraba en
Suiza con asombrosa facilidad, mientras la frontera estaba cerrada a cal y
canto para los fugitivos de carne y hueso.
Coca-Cola inventó la Fanta para el mercado alemán en
plena guerra. En ese período, también Unilever, Westinghouse y General
Electric
multiplicaron allí sus inversiones y sus ganancias.
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